dilluns, 3 de maig del 2010

BARRIO GÓTICO, Itinerario parte 3

Siguiendo el recorrido llegamos al Palau del Lloctinent. Durante la Edad Media en Cataluña, un lugarteniente o virrey era el representante del rey de la Corona de Aragón en Cataluña. Éste edificio fue la sede de la Corona de Aragón hasta el 1994, ya que ésta se había trasladado.

Resiguiendo el edificio, llegamos a la tranquila Plaza del Rei, rodeada por edificios como el Palacio Real Mayor, el Museo de Historia de la Ciudad, la Capilla de Santa Ágata o el Archivo de la Corona de Aragón. En el “Saló del Tinell” se recibían embajadas y hacían numerosos banquetes. También funcionaba como sala de ceremonias. Sufrió varias transformaciones: primero en una iglesia, y luego volviendo a su forma original.

Sin embargo, ésta plaza es conocida porque se cree que aquí, los Reyes Católicos recibieron a Colón tras volver de América.
Aquí, tuvimos que hacer un largo parón, pues Miriam llevaba unos zapatos poco indicados para caminar que le habían hecho herida, y tuvo que apañárselas fabricando una tirita casera con pañuelos y cinta adhesiva. ¡Al menos sirvió para que al día siguiente llevara calzado cómodo!

Tras pasar un rato en la plaza, caminamos por la Calle del Veguer. Un veguer era, en Catalunya y Mallorca, un funcionario que asumía responsabilidades judiciales y representaba al Conde de Barcelona en el territorio bajo su jurisdicción. Además, tenía potestad sobre una veguería, que era una demarcación territorial histórica de Catalunya que existió entre los siglos XII i XVII. Después, las veguerías se sustituyeron a raíz del Decreto de Nueva Planta, promulgado por Felipe V, tras la Guerra de Sucesión.

Después, llegamos al corazón político de Cataluña, ya que se encuentran la Generalitat y el Ayuntamiento, probablemente los edificios más importantes para el desarrollo político de Cataluña. Esta plaza también es especial por ser el cruce entre las calles romanas Cardo (actualmente librería y calle del Call) y Decumanus (actualmente calle del Bisbe y de la Ciudad). Para los romanos, ésta plaza también era el corazón político de Barcino, pues en ella se encontraba el Forum.


Una vez conocida la historia de la plaza, nos dispusimos a mirar detenidamente sus edificios principales. Primero nos fijamos en los edificios laterales a la plaza, como el Palau Centelles (antiguo ayuntamiento) o el Departamento de Presidéncia todos ellos con fachadas medievales. Luego, miramos la fachada moderna de la Generalitat, que tiene una estatua de Sant Jordi, ya que se trata del patrón de Cataluña.
Grandes acontecimientos históricos tomaron la Generalitat como lugar principal, como la proclamación de la República en Cataluña o la llegada del exilio del presidente.

Llegando a la plaza del Ángel, sentimos el agobio provocado por los coches que pasan por Vía Laietana. Los “laietans” eran un poblado íbero que habitaba en gran parte de la provincia de Barcelona, desde el río Llobregat hasta Tordera. Después, entramos en el barrio de la Ribera, concretamente en la calle de la Argenteria, parándonos en los números 64-66 para leer la placa dedicada a Joan Salvat Papasseit, que murió en ésa calle.

Estant-se aquí va escurar els últims dies Joan Salvat-Papasseit (1894-1924) de mare gitana, d'obrera estirp i de lleial nació: de dignitat poeta. El poble a un enemic ben noble en el centenari de la seva arribada al moll. Barcelona,1994.



Saliendo de la calle, llegamos a la famosísima catedral de Santa María del Mar, una de las iglesias más características de Barcelona y el centro espiritual y social del barrio, inspiración también de muchas novelas. Fue construida entre 1329 y 1383, siendo así un ejemplo magnífico del gótico catalán.

Dimos la vuelta a la iglesia hasta llegar a una placita bastante tranquila, aunque transitada por algún que otro turista al que pudimos entrevistar. Se trataba del Fossar de les Moreres, un monumento conmemorativo en homenaje a los catalanes caídos durante la Guerra de Sucesión (los mártires de 1714). El monumento está situado aquí ya que muchos de los muertos del día 11 de setiembre (diada nacional) fueron enterrados en ésta plaza, al lado de la catedral. Éste pebetero se inauguró el 11 de septiembre de 2007.



Y es que, en 1714 en España, tuvo lugar la Guerra de Sucesión, conflicto internacional para conseguir el trono de España tras la muerte de Carlos II. Duró de 1701 a 1713, pero Cataluña resistió hasta el 11 de setiembre de 1714. Fue una guerra civil entre borbónicos y austriacistas.

Una vez hechas las fotos y las entrevistas, nos dispusimos a preguntar a los vecinos del barrio su opinión acerca del pebetero. La verdad es que encontramos opiniones para todos los gustos, pues a algunos les era indiferente la existencia del monumento, mientras que otros pensaban que no debería estar ahí, pues es una manera de celebrar derrotas. Aunque nos sorprendió no encontrar a nadie que pensara como nosotras: creemos que el monumento es una bonita forma de homenajear a las personas que murieron defendiendo Cataluña.

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